miércoles, 28 de noviembre de 2012

Soñar sin los angelitos

De qué puede estar empapada una noche si no llueve? Digo, si pensamos en algo cien por ciento adecuado a la realidad, pero lo cierto es que también existe la imaginación y ésta puede inundar la noche de lo que no nos habríamos percatado en otra forma. Una noche de insomnio es fácil que se empape de llanto, así que me dediqué a ponerle números romanos a todas y cada una de mis lágrimas. Eso me hizo el mismo efecto que contar borregos. Espero que ustedes, lectores, también terminen por soñar con los angelitos.


I
Desde que el mundo es mundo, las mujeres hemos tenido la ilusión de casarnos, la posibilidad de divorciarnos, hemos corrido el riesgo de que nos enamoren y nos hagan aparecer como tontas, que nos dejen plantadas en el Registro Civil o en la iglesia, que tengamos un hijo y el hombre diga: ‘si la vi ni me acuerdo’, y como todos, tenemos también la necesidad de trabajar. 

II
Las monjas son la reserva de mujeres fértiles para seguir produciendo carne de cañón. Es el pilón del mundo empresarialmente bondadoso y patriarcal. Sin monjas están perdidos así que, señores, si quieren seguir en el poder, ¡a seguir formando monjas, no hay p’a atrás!

III
Cuando se acabe la intolerancia hacia la mujer sola en general y la madre soltera en particular, entonces sí, el feminismo habrá dejado de ser plataforma donde se exhiban mujeres más o menos frustradas y empezará a funcionar.

IV
Es sencillo, espeluznante. Todo se avoca hacia la obtención, disfrute y conservación de los bienes materiales. Hasta la locura y la salud; todo, absolutamente todo, se deriva de la lucha por los bienes materiales. Un taller de autoestima para madres solteras. Impulsos que suenan bien. Pero jamás lo ofrecerán en las casas hogar dirigidas por monjas. En esos lugares tienen a las muchachas trabajando gratis para empresas que quieren ahorrarse un dinero en salarios y prestaciones. El resultado es que terminan robando, y se sienten más culpables, quieran o no. Un taller de esa clase, ¿qué tan amenazador resultaría para las “caritativas” dirigentes? 

V
La mayoría de nosotros no fuimos hijos deseados y a nuestra vez descendemos de una que no iba a nacer. En muchos casos forzada, ya con dolo o con violencia, a tener el acostón. 

VI
El aborto sí es matar, pero ese no es su defecto: da dinero una vez, por eso se le castiga. Los niñitos maltratados y adultos desarraigados, las madres empobrecidas, lo dan periódicamente siempre que no se les deje salir de esa condición.

Facilitar que las chicas pidieran salpingoclasia en vez de ir, ya embarazadas, a tirar el regalito que les dejó el semental, ¡es matar al animal que produce huevos de oro! No lo van a permitir.

VII
La decencia, en la mujer, tiene que ver con la capacidad de aparentar, de lograr que nadie se de cuenta que se llevan a cabo acciones catalogadas como pecados, delitos o faltas de educación, o en el mejor de los casos, tonterías que atraen mala suerte. 

VIII
La mujer puede allegarse recursos materiales nada más permitiendo la invasión y el ultraje. El sistema concede libertad a la mujer en la medida que visualiza que podrá ser utilizado el potencial femenino en beneficio de sus intereses, que se reducen a mantener a la gente sometida y obediente.




IX
En otras palabras, las mujeres no contamos con nadie para nada, ni se nos da oportunidad de que contemos tan siquiera con nosotras mismas. Tenemos que estar comprometidas con algo o alguien, aunque nada ni nadie se comprometa con nosotras. Tenemos obligación de dar, de no saber qué tenemos y nada de andar pidiendo retribución, ¿qué modalotes son esos? ¡Faltaba más! Hay que estar inconscientes, nada de ser controladoras ni mucho menos andar tomando decisiones acertadas ni asertivas.

X
Como Damocles, vivimos con la amenaza sempiterna de vernos desechadas cuando todavía nos asumimos como seres completos, vigorosos, sanos –por lo menos físicamente- , y estamos obligadas a entretenernos en esa lucha absurda por no ser descartada, por no dar a conocer cuántos años llevamos vividos, para no ser humilladas por viejas. Entonces, hasta el poco o mucho dinero que tengamos, hay que regalarlo para quitarnos arrugas, pintarnos el pelo y ser jóvenes a ultranza. 

XI
No tenemos, en realidad acceso a una verdadera condición de seres respetables en la actividad que desarrollemos en la vida. Esto se ve muy claro cuando entrevistan, por ejemplo, a mujeres que destacan en alguna actividad. Hace algunos años, vi la entrevista que le hicieron a un rejoneador que armó revuelo cuando vino a la Plaza México, el reportaje versó acerca de cómo se cuida un caballo para el rejoneo, cómo es la alimentación del rejoneador, los diferentes rejones para piquetear al toro, es decir, lo que es la faena de estar dando la exhibición en la plaza para el público. Al poco tiempo llegó una rejoneadora y en la entrevista se dejó de lado cómo ella realizaba el trabajo de rejonear a los toros, y se le preguntó si era casada, si pensaba casarse y por qué no se había casado. Es decir, lo que una mujer pueda aportar al mundo del trabajo no importa, su visión de la vida a través de esa actividad, tampoco. Algunas mujeres destacadas logran entender esto y dan públicamente la apariencia de que hacen lo que hacen porque tienen dones especiales, de que “no son como las demás”. Pero entonces, hay otro engaño: se les da a las mujeres el mensaje de que cualquier trabajo es, en realidad, inalcanzable.

XII
El amor es una entelequia, un soporífero para que los seres humanos, en especial las mujeres, nos dejemos quitar cosas, controlar, atropellar, por los siglos de los siglos. 

¿La respetabilidad que puede ganar una mujer está en proporción directa al miedo que pueda inspirar? Cuando se tiene esta idea, es que se ha sido reprimida en todo y de una manera cruel.

XIII
Uno de los daños que se nos hace a las mujeres es inculcarnos la idea de que nada más las prostitutas tienen derecho a cobrar. La verdad es que ni entre ellas está limitado el cobro sólo a dinero. 
Otro de los daños que sufrimos, es el desfasamiento. Hay familias que educan a sus hijas para esposas, pero no las dejan casarse; a la que estimulan para que se comporte como presa, le dan exhortaciones para que evite, al precio que sea, ir a la cárcel; si la orillan a que se asuma como puta, le prohíben que ponga el pie en un congal. A veces, estas familias dotan a sus hijas de personalidades monjiles, para después castigar cualquier intento de ingresar a una cofradía religiosa. Cuando alguna infortunada logra adecuarse a estos cánones, la hostigan. Le dicen que está loca, pero nadie se avienta el follón de llevarla al manicomio. 

XIV
Ser mujer es enfrascarse en una lucha grotesca por seguir siendo chamaca. La edad jamás nos ayuda. Se nos considera incapaces por no tener experiencia y en un abrir y cerrar de ojos, a veces de piernas, resultamos demasiado viejas para cualquier ocupación. 
Se nos señala con dedo acusatorio cuando entablamos relaciones de trabajo en donde roles, derechos y obligaciones están claramente definidos. En cambio, se espera que laboremos en tales condiciones que lo que hagamos no sea concebido como trabajo, sino como actividades propias de nuestro sexo, o de la naturaleza, o de lo que Diosito nos dio como un don.

¡Me queda claro ya para qué sirve creer en el amor! El dogal de nosotras es el lastre de los hombres, aunque ellos jamás asumirán el sobrepeso en la misma proporción en que nosotras nos dejamos ahorcar.



domingo, 7 de octubre de 2012

Sociedad ligeramente achocolatada


Cuando huelo tabaco, pienso en chocolates. De los doce a los veintitrés comí tantas trufas, tablillas y malvaviscos, como cigarros fumé. Probé de todas las marcas. Hasta de esa yerbita de la discordia que tantos muertos ha provocado, pero siempre me supo más rico el chocolate.

He aquí algunas curiosidades: pitillos y chocolates son objetos que no deben faltar cuando nace un nuevo miembro de la familia. Para anunciar la llegada de una niña, se reparten chocolates y si es niño, puros. Una forma de anticipar de qué manera será consumido el nuevo ser, cuando forme parte de la población económicamente activa.


El tabaco y el cacao fueron descubiertos por un mismo señor, que se encargó de llevarlos a Europa y causaron sensación. Ambas plantas fueron usadas, alguna vez, como dinero. Quizá por eso resultan atractivas, pero, en el momento de fumar o de comer, ¿a quién se le ocurre pensar en dinero?

¡Qué pregunta! ¡Pues a las empresas tabacaleras; a las industrializadoras de cacao, las fábricas de dulces y golosinas que hoy llamamos, pomposamente, comida chatarra!

La gallina de los huevos de oro o el conejo de Pascua no podrían prometer cosa alguna si no existiera la posibilidad de fabricar huevos de chocolate y envolverlos con papel aluminio.  Tampoco la muerte se antojaría sin las calaveras del dos de noviembre.  

Todo es dinero, hasta las bolitas de humo, que más parecen monedas que se pierden en el aire, hasta las tablillas de chocolate, que más parecen lingotes de oro.



domingo, 23 de septiembre de 2012

Sintonía con Chuck Mangione*


La Obertura de los hijos de Sánchez arrancó a mi hermano de la tumba. Las guitarras me enseñan, del entorno, lo que podría no existir y me regalan el chance de contemplar mi saudade. Emerge la ilusión, las frases y los verbos del pasado, una lucha por unirse a los ritmos del desorden. La protesta, la percusión silenciada, el estallido que no acabó de cuajar.


La danza más vívida no es la de los bailarines. Es la de los músicos. Van de la mano con sus instrumentos, como la gente con todos los objetos de uso diario. Nadie tiene que hacer rond de jambe para bailar las calmadas.

*Chuck Mangione


miércoles, 18 de julio de 2012

Bellas historias de amor


Sin lugar a dudas, un jovencito de secundaria bien podría haber redactado estas líneas. A esa edad ya hay capacidad para percibir el berenjenal de tonterías en que están sumergidos los adultos y de qué manera insisten en seguir viviendo engañados. También acaban por entender que si no aceptan el orden tal cual, no habrá manera de sobrevivir.

Esto no es obra de la casualidad, sino de una maravillita que viene funcionando desde hace dos mil años, o tal vez más. Hoy se le llama ingeniería social y ha logrado, a base de un trabajo sistemático, que el pensamiento y la conducta de las personas se haga uniforme, hasta el punto de que creamos, prácticamente, lo que se ponga de moda.

Tres historias clásicas, cuyo conocimiento es obligatorio para aquellos que se precien de ser cultos, que nos han sido presentadas por siglos como historias de amor, en realidad no hablan de otra cosa que de la más brutal represión: Romeo y Julieta, Tristán e Isolda y Los amantes de Teruel.

Símbolos del enamoramiento y la relación de pareja, en ellas se ponen de manifiesto hechos verdaderamente atroces. 



Comencemos con Los amantes de Teruel. Si las cosas se ven tal cual, los protagonistas en realidad no fueron amantes. No se tocaron un dedo, ¡nunca hicieron el amor! Juan de Marcilla necesitó morir para que Isabel de Segura, por fin, le diera el beso que en vida le negó.

Juan e Isabel no tuvieron problema en aceptar sus respectivos sentimientos, porque conocieron esa forma de amar que se nos muestra en las terapias como la forma sana de tener una relación de pareja. Storge, el amor compañero, fue dueño de la situación cuando los amantes decidieron, uno, que trabajaría durante 5 años y la otra que le esperaría ese tiempo.

Pero había otro escollo para la consumación de esa anhelada boda. Isabel contestó que contraería matrimonio con él siempre y cuando tuviera la anuencia de sus padres, lo que motivó que Juan la quisiera aún más, es decir, había, en los dos, una programación para anteponer, a sus deseos, su deber para con la autoridad. Esto es algo que Isabel lleva hasta las últimas consecuencias, porque primero es leal al amado, luego al padre y después al marido.

De las tres parejas que motivan estos renglones, Juan e Isabel son los únicos que demuestran una dosis de pragmatismo, lo suficientemente buena como para darse cuenta de que la diferencia de niveles económicos era un obstáculo grande, aunque Eros les dice que quizá no sea del todo insalvable. Él confió en el padre de la muchacha, que le otorgó el plazo de 5 años para encontrarse con que, en realidad, el trato no fue respetado, pues casi al punto de que se fue, el padre de Isabel empezó a plantearle a su hija la posibilidad de que se casara con un hombre rico que sí era del agrado de la familia.

Antaño se pensaba que en el corazón no se manda. Hoy se sabe que sí, aunque no por eso deja de ser la víscera lo suficientemente impulsiva como para meter en líos al que pille descuidado, pero, a la luz de los conocimientos que se tienen ahora, se puede apreciar que los amantes de Teruel sí midieron lo que podía pasarles desde un principio y que tomaron la decisión de arriesgarse.

Las muertes de Juan de Marcilla e Isabel de Segura dan pie para pensar en cosas que no están narradas en la leyenda, pero que pudieron suceder. La sola tristeza mata. Pero tarda años en hacerlo, a menos que se le ayude, por ejemplo, con algún veneno.

Sí cabe la posibilidad de que al ir a despedirse de su amada, estuviera él gobernado por un deseo de venganza que le hiciera ingerir un bebedizo antes de la entrevista. El más pintado querría desquitarse si, siendo hidalgo, se viera tratado como siervo de la gleba. La forma obsesiva de amar se provoca con el rechazo. El arquetipo Manía tiene aquí su lugar. Le abre paso a los sentimientos de culpa. Es probable que ella, al besar el cadáver del que pudo haber sido su esposo, muriera contaminada.



Romeo y Julieta, de haber sobrevivido a las vicisitudes por las que pasaron, no habrían ido más allá del primer año de matrimonio.  Él estaba, de acuerdo con su creencia personal, enamorado de una joven llamada Rosalía, que no daba la más mínima señal de aceptarlo. Quizá ella sea el único personaje inteligente. Por eso no tiene un rol tan grande en esta historia, pero es suficiente para ver que Romeo tenía muy bien desarrollada la forma lúdica de amar. Sin compromisos de ninguna especie, por la pura emoción y ya.

¡Por eso Julieta le pareció más hermosa que Rosalía! ¿Qué punto de comparación había entre una mujer que no lo aceptaba, contra el adrenalinazo que representó enamorar a una chava perteneciente a la familia enemiga? Hasta para las emociones fuertes, hay que exigir calidad.

Y hay que atizarle a la leña. Romeo comprende esto a la perfección y compara el amor con la enfermedad. De él no espera más que frustración, tormento, descontrol y furia. Julieta, sin saberlo, repara el nudo de la soga. Empieza a interesarse en su pareja más que en ella misma. Empieza a dar y a dar y a dar. Llega a ocurrírsele la idea de cambiar su nombre para dejar de ser una Capuleto. La forma Ágape de ser novia, esposa o amante, que, compartida con alguien que solo tiene capacidad de jugar, resulta autodestructiva.

La historia de los amantes de Verona contiene el germen de un síndrome que se conoce en la actualidad como “relación de pareja afectada por la fobia al compromiso”, que ha sido analizado con lujo de detalle por autores como Julia Sokol y Steven Carter; por citar solo a dos.

Es la forma de amar que nos rige, la más común. La guía para mujeres que quieren orillar a sus galanes a contraer matrimonio. La biblia de los hombres que buscan las ventajas de una relación duradera, sin comprometerse a estar al pie del cañón en las buenas y en las malas. La que contiene más mentiras acerca de la bondad y el poder del amor. La que engancha a hombres y mujeres en acuerdos donde mutuamente se hacen daño, porque cada cual tiene que jugar con cartas bajo la manga.

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Tristán e Isolda se conocieron porque él viajó a Irlanda a cumplir el encargo de su tío de pedir en matrimonio a la princesa y llevarla a Cornuailles para que se case con el rey. Ella, desde luego, acepta, pero se siente un tanto desdeñada. El verdadero pretendiente no se presentó a pedirla, sino que mandó a alguien en su lugar. 

Ese disgusto lo percibió la reina, madre de Isolda y preparó un filtro de amor para que fuera bebido por su hija y Mark de Cornuailles inmediatamente después de la boda. De esa manera, Isolda dejaría atrás las suspicacias y aceptaría de buen grado su nuevo status.

Tales fueron las instrucciones de la reina madre a la sirvienta Brangania. Administrar a la princesa y su marido una sustancia  que provoca el estado alterado de conciencia, Eros y Manía estimulados de manera artificial, para consumar, más que una unión hombre-mujer, la perpetuidad del orden.

Por un error de Brangania, el bebedizo lo ingiere el hombre equivocado y se inicia, primero, la gran pasión de Tristán e Isolda y después de celebrada la boda con Mark de Cornuailles, una sucesión de engaños. Isolda nunca compartió en realidad el lecho con su esposo, sino que puso a la sirvienta a que cumpliera con ese deber, hizo juramentos con tal inteligencia que durante mucho tiempo el rey creyó en su fidelidad, pese a que era obvio, para todos los demás, la cornamenta que cargaba Su Majestad.

En esta historia ya hay presencia de doble moral, aportación de la nobleza derrotada por el pujante orden burgués. También se muestra la degradación que le espera a la gente que no se alinea con el orden, algo así como una versión antigua de lo que sufren ahora quienes no comparten los valores del establishment.

Los amantes, descubiertos al fin y al cabo, fueron condenados a morir en la hoguera. Entonces, los leprosos pidieron al rey que Isolda les fuera entregada para vivir con ellos en sus casas y atender, en calidad de mucama, a todos esos seres deformes, lacrados y pestilentes, a quienes también tendría que servirles como mujer. Cualquier semejanza con la convivencia en los actuales grupos de autoayuda, es mera coincidencia.

A pesar de todo, hay algunos arquetipos amorosos que aparecieron cuando Tristán rescató a su amada de los leprosos y la llevó consigo al bosque. Ágape y Storge hicieron de las suyas y la vida transcurrió apacible hasta que terminó el efecto del filtro amoroso y el rey perdonó a Isolda, quien volvió a palacio a ocupar su posición de reina, mientras que Tristán se tuvo que ir desterrado.

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En este final, la sustancia enajenante juega el papel de salvadora. Tristán e Isolda jamás tuvieron que asumir que se quisieron y que dejaron de hacerlo, sino que obedecieron al influjo de algo que resultó superior a sus voluntades. El alcohol y las drogas son la versión moderna de los filtros de amor.

La misma ingeniería que recreó esas historias ya existentes en la tradición europea, nos ha ofrecido una luz para examinar de qué manera las ha utilizado en su provecho. Esa lámpara ha sido la psicología social, en la que se distinguen seis formas arquetípicas de comportamiento amoroso: Ludus, Storge, Eros, Ágape, Manía y Pragma. Seis formas arquetípicas de las que no parece posible saltar a una comunicación de verdad generosa y directa.


jueves, 24 de mayo de 2012

Andábaseme olvidando


Y a todo esto, ¿qué es realmente el alcohol? Como ya vieron ustedes, me gusta mucho andar llevando y trayendo chismes, pero, lo que es un defecto en la vida cotidiana, viene a ser una virtud cuando se trata de hacerse escritora. Les voy a compartir lo que encontré en el ensayo del Dr. Guillermo Calderón Narváez, que se titula Esa agonía llamada locura.

La palabra alcohol viene del vocablo árabe al-kohl, que era un cosmético que usaban las mujeres para ensombrecer los párpados. Con el mismo término, se nombraba, en la alquimia del Islam, a las sustancias susceptibles de dividirse en partículas muy pequeñas. De esta manera se referían al proceso de destilación por medio del cual el “espíritu” de la bebida se removía como por arte de magia de vinos y cervezas, dando lugar al traguito emborrachante.

La destilación fue descubierta en el siglo VIII d. De C.; se basa en que el punto de ebullición del alcohol es inferior al del agua. Es decir, si se pone a calentar vino o cerveza en un cacharro, al condensar el vapor obtenido, el nuevo líquido contiene más etanol que la bebida original. El primer producto destilado fue el brandy, palabra que quiere decir “vino quemado”.

Los médicos y religiosos de la Edad Media, tuvieron la creencia de que por medio de la destilación se conseguían elíxires con efectos medicinales.
La agricultura es de los primeros descubrimientos del hombre primitivo; luego entonces, las bebidas embriagantes aparecieron después. Las frutas fermentadas producen vinos y los cereales, cervezas.

El primer antecedente que se tiene del alcoholismo como fuente de problemas está en la Biblia; es el caso de Noé, que se emborrachó con vino, quedó tirado en su tienda, desnudo, y uno de sus tres hijos lo descubrió. En lugar de ser discreto, les llevó la noticia a sus hermanos, quienes, llenos de conmiseración y lo que llamaríamos hoy pena ajena, le aventaron una cobija al primer teporocho del que se tiene noticia.

En este relato, la palabra de Dios también nos habla de la cruda: el señor Noé, enterado de que había perdido gachamente el estilo, no aguantó la vara de enfrentar las consecuencias de la juerga y maldijo al pobre de Cam, que si no hubiera sido porque avisó, Sem y Jafet no acuden en su auxilio a taparle las miserias.

Los alcohólicos figuran entre los seres más ingratos de la fauna urbana, rural y antediluviana.

En el año 186 a. de C., el senado romano emitió un decreto llamado Consultum de Bacanalibus, que prohibía la celebración de las fiestas llamadas Bacanales por estar consagradas al dios Baco, pero no era este el motivo de la prohibición, sino los estragos que causan los borrachos en bandada.

De todos modos, a esta ley no se le hizo caso, como tampoco hoy se le hace caso al alcoholímetro. El dios del vino siguió siendo venerado hasta bien entrado el cristianismo.

Los historiadores de la época, Plinio entre ellos, mencionan un libro sobre la embriaguez cuyo autor se llamaba Marco Antonio y que corrió la misma suerte de aquel escrito por Richard Peabody: El sentido común de beber: se perdió.

¿Sería acaso este el primer vestigio de lo que, siglos más tarde, llegaría a ser AA? ¡Quién sabe! Grecia y Roma, por un pelito y generan una tecnología como la que tenemos ahora, en ese sentido, son los yanquis de la antigüedad.

Algunos pensadores estiman que antes de la destilación, la enfermedad del alcoholismo era inexistente; inventar bebidas fuertes y comercializar su uso, contribuyó a la creación del problema.


miércoles, 23 de mayo de 2012

Tal como la veo yo, breve historia de AA


El origen de Alcohólicos Anónimos está fuertemente ligado a la historia de los Estados Unidos, que es un país de extranjeros trasplantados, cuyos vínculos principales de raza, lengua y tradición están establecidos con Inglaterra.

Dicho en otras palabras, Gran Bretaña es a Norteamérica lo que España es a México.

La formación de Alcohólicos Anónimos fue consecuencia directa del noble experimento y de la ley seca aprobada en 1917, pero que entró en vigor hasta el 19 de enero de 1920, para que veamos que no nada más en México se hacen las cosas con retraso. Fue derogada el 7 de noviembre de 1933 por el presidente Roosevelt, en virtud de que el noble experimento había sido un fracaso o, si lo queremos ver desde la óptica de un magnate capitalista, la necesidad ya estaba provocada.

Prohibir la fabricación, venta y transporte de bebidas embriagantes cuyo contenido alcohólico pasara del cinco por mil, únicamente sirvió para favorecer el uso de alcoholes tóxicos; el incremento de ciegos; la proliferación de speakeasies o tabernas clandestinas con bebedores a escondidas y para enriquecer a maleantes de la talla de Al Capone, que si se hubiera rendido ante Dios, bien podía haber sido Al Capone el agua para el café de la junta; Al Capone los ceniceros en las mesas; Al Capone el stand de la literatura... un hombre de sus recursos, ¡qué servicios no hubiera podido prestar!

Ya me parezco al reverendo Frank Buckman... al rato, al rato van a saber por qué.


Alcohólicos Anónimos nació en territorio de las Trece Colonias originales, en estados que se declararon en contra de la esclavitud durante la Guerra de Secesión. Cuajó en la segtunda mitad de la década de los treinta y su éxito se lo debe más al New Deal de Roosevelt que al legado del Grupo Oxford.

Frank Buckman, pastor evangelista, creador del Grupo Oxford, llegó a este valle de lágrimas en Pennsburg, Pensilvania, en 1878.

El 26 de noviembre de 1895, a las tres de la mañana, en East Dorset, Vermont, en una habitación situada detrás de un bar -hay que darle a la historia un matiz de predestinación- Doña Emily desempeñaba un trabajo de parto causado por William Griffith Wilson, futuro ícono de AA, autonombrado el borracho número uno, mejor conocido por todos como Bill W.

Siendo apenas el pastor Buckman una criatura de un año, más o menos el 8 de agosto de 1879, en St. Johnsbury, Vermont, veía la luz primera Robert Holbrook Smith, segundo pilar de la benemérita asociación de beodos, de quienes recibió el apelativo de Dr.Bob, porque sí era médico.

Cuando el Dr. Bob y Bill W se conocieron, empezó a tomar forma lo que se llamaría Alcohólicos Anónimos. Esto tuvo lugar en la ciudad de Akron, Ohio.

La Central de Servicios Generales AA mundial, tuvo y sigue teniendo su sede en la Ciudad de NuervaYork; afortunadamente, Osama Bin Laden no la consideró un blanco digno de sus proyectiles, pero quién sabe ahora que ya no estám las torres gemelas. En tal caso, bien cabe la posibilidad de que la Central Mundial Al Anon les hiciera un rinconcito allá en el estado de Virginia.

Pero dejando en este punto el breviario cultural, volvamos a la ley seca. El pueblo norteamericano la aceptó de buen grado porque necesitaba un asidero moral; había devastación emocional por la guerra, la postguerra y la preguerra y nadie se imaginaba que ya los estaba esperando el crack del 29.

Faltaba todavía mucho para eso, el reverendo Frank Buckman, apenas había tenido su "Visión de la Cruz" en Inglaterra, después de haber hecho sus visiones como fruncionario de la YWCA (Young World Christian Asociation, "la guay" le decimos en México)en los Estados Unidos y mientras combinaba la chamba de profesor universitario con viajes por el Oriente, llegó la Primera Guerra Mundial.

Mientras tanto, Bill W, que para entonces ya era un joven soldado, tomaba su primer trago, visitaba la catedral de Winchester y se veía sacudido por un "tremendo sentido de Presencia", que no tenía por qué ser inferior a las imaginaciones del mesiánico evangélico pilim pim pético, ¡hombre! Si también él desvarió en la tierra del Rey Arturo!

Aún tenían que transcurrir algunos años antes de que se llevara a cabo la guerra de vanidades. 


En 1920 aparecieron en las universidades de Oxford y Cambridge, grupos de estudiantes de las clases media y alta que dirimían cuestiones espirituales y emocionales. El nombre de Grupo Oxford les fue puesto por la prensa local de Sudáfrica cuando siete discípulos del profesor Buckman viajaron a ese país para hacerle propaganda al movimiento.

El detalle es que estos grupos se estaban expermientando ya desde elsiglo XVIII, precisamente en la universidad de Oxford, al mismo tiempo que el pueblo francés, al otro lado del Canalde la Mancha, se dedicaba, con singular alegría, a partirle su madre a la Bastilla y a desgastar el filo de la navaja con el uso indiscriminado de la guillotina.

Esto lo menciono para que se tenga en cuenta que los grupos empezaron a ensayarse cuando Inglaterra había dejado de ser república, pero aún estaba fresco el recuerdo de  Oliver Cromwell y en Francia se vivía la Época del Terror.

Excelente caldo de cultivo para un programa espiritual cuya primera característica es la participación por confesión personal pública de los pecados propios -el origen de la tribuna-, que se hace en reuniones caseras de personas de ambos sexos. Se tiene confianza en que para esas reuniones hay una guía divina -lo que hoy se conoce como Poder Superior- y se exige la completa entrega de la voluntad humana a la voluntad de Dios.

El Grupo Oxford del profesor Buckman, era un movimiento espiritual que buscaba recapturar, en el mundo moderno, la fuerza del cristianismodel tiempo aquel en que recién murió Jesucristo. De hecho, su verdadero nombre fue Fraternidad Cristiana del Primer Siglo.

El programa de mejoramiento personal consistía en cuatro absolutos, cinco Ces y cinco procedimientos:
Honestidad absoluta, desinterés absoluto, pureza absoluta y amor absoluto.

Con razón se hizo obsoleto, a pesar de la Confianza, Confesión, Convicción de Culpa, Conversión y Continuidad.

Para lograr tales efectos, era indispensable: Dejar de discutir con Dios, Escuchar la dirección de Dios, Confirmar la guía, Restitución y Compartimiento y Dar Testimonio.

Había también axiomas o lemas: "Da mensaje, no puntos de vista", "Ganas tu discusión, pierdes a tu hombe", "Estudia en los hombres, no en los libros". Este último, hay muchos AA que se lo toman muy en serio, porque no leen y el hecho de que la mayoría de los miembros sean personas que desconocen la historia de la institución que les ha salvado la vida, es una amenaza real, y muy seria, para la permanencia de AA en este mundo.


Éranse una vez que se eran dos gringos. Uno médico cirujano y el otro corredor de bolsa, bien persas los dos, que sintieron que la lumbre les llegaba a los aparejos por tantos años de andar de pedotes.

Un día, el corredor de bolsa estaba en la cama de un hospital y tuvo una alucinación inmediatamente después de clamar a Dios, pues los efectos de la crudota que se cargaba no eran para menos. Entonces, una luz invadió la habitación y Bill W siguió la costumbre típicamente norteamericana de llamar arrebato místico a cualquier pinche delirio y asistió con regularidad a los Grupos Oxford.

Tiempo después, conoció al Dr. Bob. A estas alturas del partido, la señora Lois Burnham de Wilson, o sea su esposa, ya le había propinado el zapatazo indicador de que las cónyuges existían y necesitaban auxilio.
Interrumpo el relato para señalar otro detalle, debidamente minimizado por la historia oficial: la abnegada y sufrida Lois, trabajaba en la YWCA (la guay), institución de extrema derecha, que no le da trabajo a nadie que no demuestre tener la misma ideología.

La historia no registra si nuestro líder fue descalabrado, pero, no obstante la urgencia del caso, los grupos Al Anon y Alateen comenzaron a trabajar hasta bien entrada la década de los 50.

Cuando Bill W se negó a que su costilla escribiera el capítulo del LibroGrande destinado a las esposas, para lo cual la señora Lois se ofreció, nada se menciona acerca de su amor propio herido.

Además de que no se le puede dar al marido un chanclazo impunemente, encuentro útil señalar que existe, en la literatura generada por Al Anon, un libro titulado Memorias de Lois, que solamente puede conseguirse pidiéndolo a la Central de Servicios estadounidense, pero no está traducido a ningún idioma: la lectura está restringida a quienes hablan inglés o lo dominan. 


Los alcohólicos, a donde quiera que llegan aspiran a ser el bebé del bautizo porque se sienten la quinceañera de la fiesta. Muy pocos son capaces de admitir que, si están destacando, es precisamente porque son el muerto del velorio.

En cuanto Bill W empezó a sentir los beneficios de programa oxfordiano, pasó a resultar que el evangelismo del grupo era agresivo, así como la actitud de los demás asistentes; que había formas de coersión, directas e indirectas, que no deben haberle disgustado mucho, desde el momento en que se perpetúan a través de los grupos de avance.

Como también encontró que era mala la publicidad, obviamente no se refirió a la que él se atrajo, promovió el anonimato y por eso, al separarse definitivamente de los Oxford, Bill W y sus seguidores se llamaron a sí mismos Los Alcohólicos Anónimos.

Dicen por ahí que la suerte es el trofeo de los mediocres. Bill W tuvo suerte, porque el nazismo estaba cobrando auge y el reverendo Buckman desperdició una valiosísima oportunidad de quedarse callado. Era agosto de 1936. Por querer hablar ya, para el World Telegram de NuevaYork, no formuló bien sus conceptos y se atrevió a decir la siguiente estupidez:

"Doy gracias al cielo por un hombre como Adolfo Hitler, que construyó una línea frontal de defensa contra el Anticristo del comunismo. Pienso en lo que significaría para el mundo si Hitler se rindiera a Dios; mediante un hombre así, Dios podría controlar a una nación y resolver todos los problemas, ya que los problemas humanos no son económicos, sino morales y no se pueden resolver por medio de medidas inmorales."

Con semejante manera de pensar, es perfectamente entendible que Bill W haya hecho una transferencia negativa hacia el Grupo Oxford y su fundador. De no haber repetido la triste hazaña de Norwich en sus tiempos de estudiante, lo más seguro es que los alcohólicos anónimos siguieran siendo borrachos conocidos.

"Estaba fallando lamentablemente en cálculo, recordó Bill. En álgebra tenía dificultad para memorizar las fórmulas y ahora en cálculo tenía problemas similares. Me di cuenta que iba a tener un absoluto fracaso en cálculo; en realidad, el profesor prometió que me pondría un cero.

"Bill descubrió que su profesor tenía ciertas limitaciones en su propia comprensión del tema. Era un catálogo de fórmulas y podía aplicarlas, PERO ERA UN ENGAÑO, porque a fondo no sabía cómo funcionaba la cosa, dijo Bill, y me decidí a aprender.

"En la biblioteca, estudió la historia de las matemáticas y la evolución del cálculo; finalmente, captó el concepto lo suficiente como para discutirlo, ya que había desarrollado considerables conocimientos para argumentarlo.

"Exhibí al profesor y me burlé de él ante su clase, contó Bill. Me puso el cero, pero había ganado una batalla. Era el único en toda la escuela -otra vez el hombre Número Uno- el único que comprendía a profundidad los principios fundamentales del cálculo.

"El incidente nada lo ayudó académicamente, pero lo hizo sentirse el centro de atracción; fue otra representación del proyecto del búmerang. Su impulso por el prestigio lo estaba volviendo a valorar, haciendo de él una especie de héroe ante sus condiscípulos, pero un vulgar presuntuoso a los ojos de su profesor de cálculo."

Con el pastor le fue de maravilla. La burrada cometida por éste suscitó lo que bien podría llamarse La Rebelión de los Briagos y Endriagos de Compañía, que se declararon de inmediato como una entidad aparte. Al mismo tiempo, la Universidad de Oxford colaboró en el relajo haciendo pública su indignación y pidiéndole a Frankie Boy que dejara de usar el nombre de Grupos Oxford para su templete.

El reverendísimo, como perro con la cola entre las patas, viajó a Europa con el fin de pedirle frías a varias personalidades; entre ellas la reina de Holanda y, para no desentonar con el rearme militar de las potencias que se aprestaban para la Segunda Guerra, les fue con la embajada de un Rearme Moral... la payasada más grande del mundo... A ver, ¿cómo no le pidió chiche a Hitler? ¿No que podía convencerlo de que se rindiera ante Dios? ¡Caramba, hombre! ¡Si pudo haber evitado el holocausto!

Frank Buckman fue un hombre que siempre vio a los alcohólicos como unos pegostes que se habían adherido al movimiento y, en realidad, siempre los desdeñó. Con más razón los destetó... ¡perdón! Los detestó, cuando tuvo que aceptar que el líder de ellos le había comido el mandado.


Una vez consolidado Alcohólicos Anónimos, Bill W, porque el Dr. Bob no tanto, se dio a la tarea de concebir un proyecto expansionista -dejara de ser un gringo y además, corredor de bolsa- y se lanzó, con su esposa, a realizar la Cruzada delCaribe.

La verdad es que ya necesitaban vacaciones. A la bondad, cuando no es empresarial, se le llama... fantasías. Y nuestros vecinos del norte son... empresariales, si los queremos ver con ojos de bondad, lo cual no deja de ser fantástico. El caso es que para 1960 había grupos de Alcohólicos Anónimos en toda la AméricaLatina.

Los primeros grupos AA que prendieron en México, allá a finales de los 50's todavía existen y están en la ciudad de Guadalajara,Jal. Antes hubo un intento en Monterrey,N.L., que no fructificó y algún alcohólico de la Ciudadde México del que nada se supo después de un tiempo de intercambio epistolar con la Central de Servicios Generales de Nueva York.

Guadalajara es una ciudad en donde radica mucho extranjero jubilado; predominantemente de Estados Unidos, luego entonces, la institución penetró en México a través de los miembros de la colonia americana. ¿En qué se parece esto a la quinta columna de los nazis en los 30's?

Los grupos hispanoparlantes que surgieron después, fueron apadrinados por los english spoken, que gozaron de admiración por su actitud reservada y su negativa a hablar de ningún tema que no fuera AA.

Todos los alcohólicos son herméticos e histriónicos pero, ¿qué ocultaba Harry O, por ejemplo? ¿Su condición de enfermo? ¿Su incapacidad para asombrarse de lo que ocurría a su alrededor? ¿Su ignorancia al respecto? ¿Ocultaba, acaso, su verdadera identidad?

Si era o no era agente de las altas esferas del poder de Washington, solo Dios y la Secretaría de Gobernación lo saben; por el misterio con el que fue deportado, la impresión sí la da.


¿Cuántos hombres como Pancho Villa, CésarAugusto Sandino, y Simón Bolívar  se necesitaben en la América Hispánica para que no hubiera enfermos de alcoholismo? ¿Cuántas mujeres como LeonaVicario, Alaide Foppa, Gabriela Mistral y Rigoberta Menchú se pueden desarrollar en países donde campean la pobreza, la marginación y la desesperanza? ¿Hasta qué punto de verdad es bueno dejar a un enfermo alcohólico a la deriva? ¿Realmente es justo recomendarle que vaya a AA?

Al recorrer grupos y grupos, se percibe que el ambiente es de Ministerio Público; es como entrar a una de esas vecindades, refugio de malvivientes a escuchar cuitas, correrías, fechorías, averías y majaderías. Muchos de esos lugares huelen a mariguana. Si de la violencia intrafamiliar se pasa a la tosquedad vecindera, y de ahí a la irracionalidad del anexo, ¿en qué consiste la curación? ¿Cuál es entonces la esperanza de vida que se le vende al enfermo?

Para encontrar un grupo cuya dinámica sea de seguir los doce pasos del programa, hay que llevarse un chasco por lo menos en 20 lugares distintos. Quizá sea un signo de recuperación que el enfermo alcohólico deje las reuniones del grupo donde nació para buscar las raíces, para reunirse con las personas de la clase social a la que pertenecía cuando estaba creciendo y educándose para vivir.

Casi no se habla de pobreza y riqueza en los grupos, pero instiga la curiosidad observar que el logo AA abunda en las colonias populares y, ¿en las colonias ricas?

No es inteligente pensar que entre la gente acomodada no haya alcoholismo, pero ellos, al poder pagarse atenciones caras y buenas, tienen más oportunidad de curar y cuando no, de controlar y ocultar sus padecimientos con eficacia, cosa que no les sucede a las clases media y baja.

En ese sector social, todas las necesidades materiales están satisfechas. Eso favorece el desarrollo de personalidades más armónicas. Aunque mucho nos disguste, el rico se enferma menos que el pobre; esto es una realidad.

En las zonas ricas de la Ciudad de México, se necesita ser observador para darse cuenta de que hay tantos grupos como en una colonia de rompe y rasga, pero todos están en los sótanos de algún templo católico. Los anuncios están puestos con mucha discreción en lugares estratégicos, de tal manera que nada más quienes se acercan a los edificios los pueden ver, pero las diferencias son abismales, y no me refiero al factor monetario. En esos grupos hay más gente militando y tienen un nivel de aspiración que les ayuda a aprovechar el programa.

AA es una aportación de ricos. Bill W y el Dr. Bob no eran ningunos indigentes.Tan eran gente adinerada que se pudieron codear con Rockefeller, quien generosamente, les dio calurosísimas felicitaciones además de la idea de la séptima tradición, que dice que cada grupo se debe sostener con sus propios recursos. Desde entonces, en cada reunión que concluye, se hace una colecta que se llama "Séptima", que no es obligatoria pero sí muy necesaria.

El alcoholismo no es diferente de ningún otro microbio: los virus, los hongos y las bacterias tampoco respetan edad, sexo ni posición social, pero, ¿por qué a los ricos no les da disentería, ni infecciones micóticas, ni lepra o escorbuto?

Tal vez algún esoterista pudiera ayudarnos a descifrar el enigma, yo nada más puedo ofrecer el resultado de mis pesquisas. Hay razones de mucho peso para llegar a la conclusión de que los grupos de gente rica son los verdaderos depositarios y beneficiarios del programa de recuperación; para el pobre arrabalero, no quedan mas que el anexo y el cuarto paso al vapor.