domingo, 23 de septiembre de 2012

Sintonía con Chuck Mangione*


La Obertura de los hijos de Sánchez arrancó a mi hermano de la tumba. Las guitarras me enseñan, del entorno, lo que podría no existir y me regalan el chance de contemplar mi saudade. Emerge la ilusión, las frases y los verbos del pasado, una lucha por unirse a los ritmos del desorden. La protesta, la percusión silenciada, el estallido que no acabó de cuajar.


La danza más vívida no es la de los bailarines. Es la de los músicos. Van de la mano con sus instrumentos, como la gente con todos los objetos de uso diario. Nadie tiene que hacer rond de jambe para bailar las calmadas.

*Chuck Mangione