jueves, 14 de abril de 2011

Vámonos al matadero

¿Qué es lo que realmente ocultan los secretos familiares? A lo que llevo entendido hasta este momento, se oculta la ingobernabilidad. El caos avergüenza tanto, que en el programa de AA para alcohólicos, familiares y amigos, se dice “Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.”
         Pero aquí, considero que el alcohol no es más que el  “sparring”, en realidad hay muchísimas cosas que nos reducen a la impotencia y hacen de nuestras vidas un caos.
         Cuando huí de la casa de mi madre, quizá en el fondo lo que hice fue “admitir que era impotente ante la esquizofrenia de mi madre y que mi vida se había vuelto ingobernable”, después tuve que “admitir que era impotente” ante el hecho de que había nacido mujer y que los hombres se me estaban acercando y con el consiguiente embarazo y falta de compromiso del susodicho, “mi vida se había vuelto ingobernable”.
         Así sucesivamente, si me pusiera a enumerar, hay muchas cosas por las que uno pierde la brújula y se convierte en la comidilla de otros que creen que saben vivir y se dedican a “pobrear” a los demás con fingida compasión. Son los que esperan que no podamos, que no tengamos, que no sepamos. Son los que se sienten esclavos y quieren que uno también lo sea.
         Aquí también me hago otra pregunta: ¿Cómo podemos distinguir un primer paso bien dado del acto de prevaricar?

                                                                 Así son las raíces
                     Pero es así como se percibían en casa.

                                         Florecer es esto,
                                                  o esto.
           Pero en casa, pobre de aquel que no aceptara
                            que el florecimiento era así.


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